Que turbia aquella mañana,
recorría calles el silencio del no olvido,
muda carta la de aquella partida,
ni diamantes ni corazones, trébol,
jaque a la reina que al rey protege ya sin deseo,
vestida de adiós, arrojada al tablero,
todos la miran, nadie hace nada,
unos lloran, otros claman, otros…
otros serán los que de nuevo maten la tierra,
asesinos sin sentido de la madre,
paridos de muerte, su sangre reclaman,
dejan su vida derramarse y siguen sin mirarla,
ciegos humanos con manos perversas,
cobardes de mente, traidores de vida,
mañanas equivocadas que no debieron amanecer.
Ya sabía yo….vaya poema cargado de metáforas sensitivas. Eres pura emoción. Si me dejas pasar, comienzo a seguirte…
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Me encantaré que pases, te quedes y compartir sensaciones, me gusta tener tu emoción y sensibilidad. Gracias.
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