Quizá, cuanto mas cuesta respirar,
es cuando más aire necesitas,
se arrastran las cadenas de aquel que fue tu cuerpo,
hoy dolorido,
cansado él de ser tú y tú de ser en él,
enemigos íntimos que a ratos no se soportan,
amantes cuerpo y alma que un día se desentendieron de haberse entendido demasiado,
la mente hastiada de pensar y de luchar contra ambos,
esquiva una sonrisa que de forzar agota,
rebelde de tanto pensamiento que confunde,
harta de ser en un ser encadenado a la impotencia,
esparce el látigo sobre una piel abrumada a ratos de existir.
¿Tristeza?
No, quizá vivir demasiado agota,
o quiza demasiado derroche de amor desborda,
y entonces aquellas pisadas leves se hunden en el lodazal de demasiado vivir,
de fingir vida a veces muerta,
y la condena,
eso que transcurre sin nosotros,
ese ir de días sin más sentido que una burda espera,
se apodera de cada gesto,
y entonces llega el silencio,
y la quietud de la que eres ahora esclava,
levanta los muros y te aisla de aquel yo que fuiste,
y ahí, cubierta de barro por vivir demasiado,
quedas enrocada en dos metros de oxigeno,
y la pena de seguir viviendo lo que ya no es vida.
Tornara a ser vida. T’ estimo
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Amb tu al meu costat segur que si. T’estimo molt 😘😘😘
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