Y no tengas miedo, porque regresarán las flores, los días de luz, aquellos que fueron y que ahora duermen atrapados por los miedos de tu alma, y las noches trasnochadas de dolor serán recuerdo, regresará la fe a ti, a ese mundo torpe que te zancadillea los despertares, y el agua bañará tu rostro cicatrizando heridas… Miró su reflejo en el lago, aquel ya no era su cuerpo, su rostro surcado de tristeza era una mueca trazada para no gritar ni rabias, ni odios, ni pasiones. Se lanzó a romperlo, se sumergió en sus males para vomitarlos. El frío la heló al salir, bajo el árbol inerte la sombra de sus llantos, congelada, su mirada en otros ojos y sus manos en otras manos. Dijo adiós, incerteza de futuro, el pasado atado al yunque bajo el agua, dio los pasos, no sabia que iba a ser, tras el asesinato de las sombras, solo tenía una pena, el dolor al andar de sus pies descalzos, y alzó la mirada a un sol de invierno, y a su abrigo tomó el camino, le dio sus huellas y él le construyo un mundo a sus pies de barro.
5 comentarios sobre “Retorno de agua”
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Siempre hay una forma de seguir, como decían, con la puerta cerrada busca la ventana
Besos Nuria
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Gracias cariño! Besosss
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💋❤️💋❤️
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Wow qué bonito.
Es una belleza el canto del dolor y la tristeza. Pero con la certeza que siempre habrá un sol que nos cobije.
Abrazo Nuria.
Es bello leerte.
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Gracias Patricia!! Vuestros comentarios animan mucho en días como hoy. Un abrazo.
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