Cuando amas de verdad,
el grito se convierte en silencio y la mirada aúlla,
no vendes, no anuncias, no pregonas,
cuando amas de verdad,
es tan sencillo como el aire que tomas,
ahora de otra boca,
cuando de verdad amas,
no hay más fe que la que en ti tienes,
y lo etereo se hace tacto,
y no hay mas promesa que un día a día de doscientos obstáculos, quinientas sonrisas, mil caricias, cien mil besos, quizá una caída al asfalto,
y el silencio es quién ulula noches de cielo brillando,
y la piel firma palabras, de cuerpos extenuados.