Y tras ese mar que esconde tesoros de vida y muerte,
tras ese océano mudo que alzó un muro dónde se cuelan pocas palabras, ahí, en una orilla,
balanceada de recuerdos y de tactos,
aún te esperaba,
era una Penélope que perdió su amor en un universo que juega una partida extraña,
una mujer que no olvidaba nuestros balanceo que como olas se alzaban en tempestades de deseo,
pero la brisa de una tarde de anochecer tardío,
me robó el nombre para dar paz a mi alma,
tierra adentro emigro de los interrogantes,
entre olivos y vides,
descansarán mi mente y mi cuerpo hastiados de un continuo apaleo,
es hora de la estación del reposo,
de dejar que la vida me lleve,
y me dejó llevar,
y allí, en aquella calle estrecha,
a tres metros del ruído atronador de la urbe,
en aquellos muelles que ya no suenan,
dormirá la historia de lo que fue y pudo haber sido,
te devuelvo a Penélope,
dejo el sueño atrás y me adentro en un mar de olivos.
5 comentarios sobre “Adiós Penélope”
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Me gusta muchÃsimo , esta nueva faceta de tu escritura .Surge desde la razón , desde el corazón , tal vez herido y tu cuerpo dolorido Tu sensibilidad y empatÃa , atrapa . Gracias Nuria . No te rindas “parafraseando al querido Benedetti ” Escribir , también ayuda . Un abrazo DE LUZ . Te envÃo toda la energÃa , que pueda. Lily .
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Gracias Lily, no me rindo, sigo adelante, y voy recuperando el ritmo. Besos a tu alma
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👏👏👏👏👏
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Gracias amigo ☺😘
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