A veces, sobrevivir a la vida, va más allá de la resilencia.
A veces vivir no es un obstáculo, son muchos a sortear en un tiempo eterno que no acaba.
A veces estar aquí es un reto que parece imposible afrontar.
A veces, compartir con vosotros es casi imposible cuando una auto inmune te paraliza la parte superior del cuerpo.
A veces, es muchas o pocas veces ese mar que escucho de noche con mi ventana abierta una tentación de eternidad.